Sí, sé bien que a éstos,
según les den los votos,
tiran a un lado
o al opuesto.
Pero hoy los números
les acercan a nuestro lado,
dejémonos de remilgos,
y cambiemos lo que se pueda.
Sí, sé bien que a éstos,
según gire el viento,
voltean lo dicho y lo votado.
Pero, ¡qué hostia!
a mí echar a un ladrón
me pone.
Y más cuando son una fila
de asaltadores,
que han humillado a mis muertos,
los que se van a la puta calle.
Y los puretas que me disculpen,
que no seré yo
quien expulse la alegría
de la casa del pobre.
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