16.11.22

Maestras cerveceras

 Midamos la felicidad como si fuera cerveza.
 
La felicidad 0,0 sería aquella
que es compatible con el trabajo,
que nos permite conducir
para ser continuamente operativos.
 
De la felicidad tostada de elaboración casera
nos dijeron que sólo es para pijos,
para burgueses.
Los currelas no tenemos derecho
a ese disfrutar,
a la tranquilidad de una felicidad
llevada a cabo desde la paciencia y el buen querer.

La más frecuente es la rubia:
la felicidad normativa,
la que te encuentras en cualquier súper
por muy de barrio que sea.
 
Cada uno se busca la suya,
nos sentimos especiales
sintiendo igual que el de al lado.
La felicidad Cruz Campo
o felicidad Ambar
es tan buen elemento identitario
como cualquier otro.
 
La felicidad Mahou es aquella
que nos hacen tragar.
Nos robaron
y se quedaron la producción.



Nota: Tras el golpe de Estado y posterior guerra, la Mahou se quedó en manos de la parte franquista de la familia. Alfredo Mahou, cuenta Antonio Maestre, fue concejal de la primera corporación de Madrid en abril de 1939.