9.5.14

Logan

Ya cerré un acuerdo
con tu hermana
y lo hago contigo:
me comprometí a luchar
para que no conozcáis este mundo de mierda.
Sé que voy con mucho retraso,
lo siento,
las cosas están cada día más difíciles.
Os va a tocar echarme una mano.
Necesito que seas un niño feliz
y con muchas preguntas.
Vamos a reír tan fuerte esta felicidad
que nuestros pasitos
serán victorias. 


8.5.14

Sobre la prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables de la Comunidad de Madrid o por qué medir el cráneo de alumnos y alumnas sería igual de fiable.


 En las próximas líneas voy a intentar explicar, lo más sencillamente posible, por qué la prueba CDI que realiza la Comunidad de Madrid no tiene ninguna validez. Aunque voy a centrarme en la prueba que se realiza en Primaria, lo explicado también sirve para la prueba de Secundaria.
Qué objetivo tiene la prueba CDI
El objetivo de la prueba no es más que el de realizar un ranking de escuelas. Punto. No tiene ningún otro. No pretende que puedan extraerse aprendizajes sobre las “buenas prácticas”, por ejemplo. No busca posibles explicaciones de los buenos o malos rendimientos académicos. La prueba CDI únicamente realiza un test académico, sin analizar ninguna característica del alumnado, sus familias o el propio centro. Y es injusto comparar cosas (o personas) que no son iguales. Es sabido que el rendimiento académico está directamente relacionado con el nivel socioeconómico de las familias, pero esta prueba lo obvia. Pretende el ranking recriminar a los centros sin analizar las causas de la puntuación. Si la Comunidad de Madrid estuviera interesada en el proceso académico y pedagógico para mejorar el rendimiento de sus alumnas y sus alumnos podría haber continuado, por ejemplo, con la investigación piloto sobre el llamado Valor Añadido de las escuelas. Resumiendo, el VA es el estudio de qué parte del rendimiento se explica por la propia escuela, y no por el status económico del entorno. Ese estudio se quedó en una prueba en Madrid. Los estudios sobre el Valor Añadido se van extendiendo por Europa y EEUU, pero Madrid decide obviar esa información.
Qué mide la prueba CDI
Esta cuestión podría parecer obvia: los conocimientos y las destrezas indispensables. Pero no lo es: la prueba evalúa lo que pregunta. Una serie de preguntas en un test, que varían de un año a otro, tanto en la forma como en el fondo. Para ejemplificar la diferencia de preguntas de un año a otro, en la prueba de 2012 de geografía de España piden el nombre de las 17 Comunidades Autónomas. En la prueba de 2013 señalan en el mismo mapa mudo una cordillera, un río y un país para completar. Con esto, pretenden comparar de un año a otro. Esta será probablemente una de las razones por las que los resultados varían tanto de un año para otro. En la evaluación de 2010 se examinaron 1243 colegios. De ellos, más del 15% variaron desde el año anterior más de 500 puestos en el ranking. Uno de los centros que en 2009 se situó entre los diez mejores bajó más de 400 puestos el curso siguiente. De un año para otro. Podríamos suponer que un colegio enseña a sus alumnas y alumnos más o menos uniformemente de un año para otro. Sin embargo, como se señala, las puntuaciones CDI varían enormemente de un año para otro. Como si cogieran datos casi al azar, como si la prueba no tuviera nada que ver con lo que realmente quiere estudiarse. 
                                                     
A quién mide la prueba CDI
Cuando se realiza alguna medición hay dos opciones: evaluar a toda la población (alumnos y alumnas de 6º de primaria, en este caso) o a una muestra. Esa muestra debe ser realizada, siguiendo ciertos criterios para garantizar que estén todas las características representadas, al azar. Es decir, debe haber cierto número de chicos, cierto de chicas, de coles públicos, de privados, de ciudades grandes, medianas o pequeñas,…. y dentro de esos grupos se elige a la persona que debe hacer la prueba aleatoriamente.
Sin embargo, esta prueba no hace ni una cosa ni la otra. No se hace ninguna selección aleatoria de una muestra a partir de la cual poder extraer los resultados, ni evalúa a toda la población desde la que conocer la puntuación directamente.  En la prueba realizada en 2012, comparando cuántos estudiantes realizaron la prueba y cuántos estaban matriculados, resulta que un 7% de las chicas y los chicos matriculados no realizaron la prueba. Y no sabemos por qué. Ni si son de colegio público o privado. Ni si tenían notas altas, bajas o regulares, si faltaron por ir al médico, porque sus padres o madres estaban en contra de la prueba o si el colegio les dijo que no fueran. Ni qué porcentaje representan en cada colegio que es, al fin y al cabo, lo que evaluamos: al colegio.
En resumen, no podemos llegar a ninguna conclusión sobre la puntuación de un colegio si no sabemos cuánta gente no ha sido evaluada, ni porqué motivo.
En conclusión
Supongo que si alguien midiera el grosor de las cabezas y con los datos hiciera un listado de las mejores escuelas, todo el mundo lo ignoraría. La CDI es algo similar: ignora los principales factores, el formato y contenido de las preguntas varían de año en año de forma que es imposible comparar y los resultados varían de manera no creíble.
En función de esto yo propondría destinar los fondos públicos a recursos útiles para mejorar la educación pública y no a estas pruebas. En cualquier caso, sí que solicitaría a todas las familias y a las personas interesadas por la educación en esta comunidad que ignoren los resultados de la prueba CDI. Tirar un dado para saber el nivel del centro sería más fiable.