22.3.16

A Raúl
La grandeza ética es así,
siempre en minúscula,
porque se muestra en pequeños actos.
Es que te den un homenaje
y venir a limpiar al día siguiente.
Ser el maestro de tantos y tantas
y no creerte un maestro.
Haber estado siempre
y aparecer en poquitas fotos.
Archivada la denuncia,

nos queda lo grande que siempre fuiste.

18.3.16

Desearía sentarme
en un rincón de la barra
y observar.
Espectadora.
E intentar entender algo.
Perder algún miedo.
Aprender a cómo hacerlo,
por qué vosotros no los tenéis.
Ser normal,
alejarme de los límites,
situarme por el centro de la curva,
donde se amontona toda esa gente,
con la que no sé estar.
Que huyan de mí los temores.

Sentarme en un rincón
alejado para no molestar.
No querer llorar.
Sólo eso.

15.3.16

Rotas

Nos rompieron y abandonaron en el barro. No deja de llover y se encharcan nuestros niños. Pariremos sucios bebés muertos. El cansancio de avanzar y no hacerlo. La tierra prometida de banderas con estrellas se parece demasiado a esa otra donde también se mata gente. Cuerpos violados y mentes torturadas. Hay muchos tipos de bombas y Europa las está lanzando todas contra nosotras.
Si hoy tu esperanza no es una mujer refugiada hace mucho que dejaste de ser humana.

13.3.16

Una infancia sin barro
no es infancia. 
Despreocuparte de si llevas
botas de agua o chancletas
y saltar sobre un charco
bien fuerte
hasta que se mojen todas las ideas.
Quitarte la capucha 
para que nada quede seco.
Construir castillos y puentes
de tierra y niñez.
Soñar que serán indestructibles
una vez secos al sol.
Ser niña y disfrutar manchándote.

Sólo un criminal
les haría dormir en el barro.

11.3.16

Sólo supero miedos por amor.
Miedo que paraliza,
que recuerda noches sin dormir,
que convertía la casa
en falso refugio ocupado.
Miedo del que no dejas de hablar
sin reconocer que existe.
Miedo a no acabar de derrotarles nunca. 
Miedo a que se agoten las fuerzas,
a rendirme.
 
Largos miedos.

Pero si una amiga me dice vente
los escondo en la última de mis entrañas y voy, 
aunque sea acompañada por mis miedos.

7.3.16



Mis poemas son más valientes que yo.
Y ellos lo saben.
Me enfrentan.
Me lanzan los versos para hacerme daño
y yo no me defiendo.
Tengo un poema
que quiere escribirse.
Me muerdo la lengua fuertemente
para así arrancarle cualquier valor,
cualquier idea,
sus buenas palabras,
las imágenes que nunca le dejo imaginar.
Tengo un poema que quiere escribir de mí,
que me pregunta porqué lloré
entre tus brazos.
Tengo un poema que quiere escribirse
y ambos sabemos que va a ganar.
Con la excusa de corregirlo,
quizá finalmente venza mi cobardía.
Como anticapitalista declaro que el patriarcado 
es mi mayor enemigo. 
Intento asumir todas las contradicciones 
que conlleva esta afirmación. 
Pero es el patriarcado
quien me hace sentir culpable 
en cada aspecto de mi vida.
Del más público al más privado.
De cada emoción
como si estuviera mal sentir desde las entrañas
o el cerebro.
De cada palabra
porque no me disculpé por cada de ellas. 
Quien me limita los gritos que sueño,
los pasos que no me atrevo a desear.

2.3.16

Dios no ha muerto.
Tampoco el ratoncito Pérez,
la cenicienta, los reyes magos
o el hombre del saco.
Dios se parece al hombre del saco.
Nos impiden mirar en lo oscuro
para que no descubramos
que está vacío.
Cenicienta comparte con el todopoderoso
propagar la sumisión,
que ninguna mujer quiera sentirse libre.
De todas las sorpresas
que se le ocurrieron
al que todo lo sabe,
ninguna de ellas fue bondadosa.
De viejecita sólo creeré
en quien me traiga regalos
cuando pierda los dientes.