Una infancia sin barro no es infancia. Despreocuparte de si llevas botas de agua o chancletas y saltar sobre un charco bien fuerte hasta que se mojen todas las ideas. Quitarte la capucha para que nada quede seco. Construir castillos y puentes de tierra y niñez. Soñar que serán indestructibles una vez secos al sol. Ser niña y disfrutar manchándote. Sólo un criminal les haría dormir en el barro.
13.3.16
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