En las próximas líneas voy a intentar explicar, lo más
sencillamente posible, por qué la prueba CDI que realiza la Comunidad de Madrid no
tiene ninguna validez. Aunque voy a centrarme en la prueba que se realiza en
Primaria, lo explicado también sirve para la prueba de Secundaria.
Qué objetivo tiene la
prueba CDI
El objetivo de la prueba no es más que el de realizar un
ranking de escuelas. Punto. No tiene ningún otro. No pretende que puedan
extraerse aprendizajes sobre las “buenas prácticas”, por ejemplo. No busca
posibles explicaciones de los buenos o malos rendimientos académicos. La prueba
CDI únicamente realiza un test académico, sin analizar ninguna característica
del alumnado, sus familias o el propio centro. Y es injusto comparar cosas (o
personas) que no son iguales. Es sabido que el rendimiento académico está
directamente relacionado con el nivel socioeconómico de las familias, pero esta
prueba lo obvia. Pretende el ranking recriminar a los centros sin analizar las
causas de la puntuación. Si la
Comunidad de Madrid estuviera interesada en el proceso
académico y pedagógico para mejorar el rendimiento de sus alumnas y sus alumnos
podría haber continuado, por ejemplo, con la investigación piloto sobre el
llamado Valor Añadido de las escuelas. Resumiendo, el VA es el estudio de qué
parte del rendimiento se explica por la propia escuela, y no por el status
económico del entorno. Ese estudio se quedó en una prueba en Madrid. Los
estudios sobre el Valor Añadido se van extendiendo por Europa y EEUU, pero
Madrid decide obviar esa información.
Qué mide la prueba
CDI
Esta cuestión podría parecer obvia: los conocimientos y las
destrezas indispensables. Pero no lo es: la prueba evalúa lo que
pregunta. Una serie de preguntas en un test, que varían de un año a otro, tanto
en la forma como en el fondo. Para ejemplificar la diferencia de preguntas de
un año a otro, en la prueba de 2012 de geografía de España piden el nombre de
las 17 Comunidades Autónomas. En la prueba de 2013 señalan en el mismo mapa
mudo una cordillera, un río y un país para completar. Con esto, pretenden
comparar de un año a otro. Esta será probablemente una de las razones por las
que los resultados varían tanto de un año para otro. En la evaluación de 2010
se examinaron 1243 colegios. De ellos, más del 15% variaron desde el año
anterior más de 500 puestos en el ranking. Uno de los centros que en 2009 se
situó entre los diez mejores bajó más de 400 puestos el curso siguiente. De un
año para otro. Podríamos suponer que un colegio enseña a sus alumnas y alumnos
más o menos uniformemente de un año para otro. Sin embargo, como se señala, las
puntuaciones CDI varían enormemente de un año para otro. Como si cogieran datos
casi al azar, como si la prueba no tuviera nada que ver con lo que realmente
quiere estudiarse.
A quién mide la
prueba CDI
Cuando se realiza alguna medición hay dos opciones: evaluar
a toda la población (alumnos y alumnas de 6º de primaria, en este caso) o a una
muestra. Esa muestra debe ser realizada, siguiendo ciertos criterios para
garantizar que estén todas las características representadas, al azar. Es
decir, debe haber cierto número de chicos, cierto de chicas, de coles públicos,
de privados, de ciudades grandes, medianas o pequeñas,…. y dentro de esos
grupos se elige a la persona que debe hacer la prueba aleatoriamente.
Sin embargo, esta prueba no hace ni una cosa ni la otra. No
se hace ninguna selección aleatoria de una muestra a partir de la cual poder
extraer los resultados, ni evalúa a toda la población desde la que conocer la
puntuación directamente. En la prueba
realizada en 2012, comparando cuántos estudiantes realizaron la prueba y
cuántos estaban matriculados, resulta que un 7% de las chicas y los chicos
matriculados no realizaron la prueba. Y no sabemos por qué. Ni si son de
colegio público o privado. Ni si tenían notas altas, bajas o regulares, si
faltaron por ir al médico, porque sus padres o madres estaban en contra de la
prueba o si el colegio les dijo que no fueran. Ni qué porcentaje representan en
cada colegio que es, al fin y al cabo, lo que evaluamos: al colegio.
En resumen, no podemos llegar a ninguna conclusión sobre la
puntuación de un colegio si no sabemos cuánta gente no ha sido evaluada, ni
porqué motivo.
En conclusión
Supongo que si alguien midiera el grosor de las cabezas y
con los datos hiciera un listado de las mejores escuelas, todo el mundo lo
ignoraría. La CDI
es algo similar: ignora los principales factores, el formato y contenido de las
preguntas varían de año en año de forma que es imposible comparar y los
resultados varían de manera no creíble.
En función de esto yo propondría destinar los fondos
públicos a recursos útiles para mejorar la educación pública y no a estas
pruebas. En cualquier caso, sí que solicitaría a todas las familias y a las
personas interesadas por la educación en esta comunidad que ignoren los
resultados de la prueba CDI. Tirar un dado para saber el nivel del centro sería
más fiable.
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