Llega un momento en la vida
en el que hay que decidir qué hacer con ella.
Con la vida, digo.
Te propuse que nos lo jugáramos a cara o cruz
o a una partidita a las cartas,
para que resultara ameno el proceso.
Tú me miraste con cara rara
y volviste los ojos al libro.
Hay vida más allá de Neruda,
hay revolución más allá de Alberti,
y más allá de Benedetti, algo debe de haber.
No tuve más remedio que gritarte.
Y sigues ahí, con tanto libro,
que aún no has decidido qué hacer con ella.
Conmigo, digo.
3 comentarios :
Hola,
Tu poema me ha recordado algo que me ocupa desde hace algún tiempo: cómo escribir transmitiendo algo que va más allá de las palabras.
Tanto de lo que leo hoy es perfecto, interesante, bello, hasta parece original, pero lo siento muerto, impersonal, artificial; no este poema tuyo y otro que leí más abajo (ahora voy a leer más abajo aún porque para que te digo que ya leí todo si no).
Si se hace un vídeo del evento de este viernes, por favor háznoslo saber a los que vivimos en otras ciudades...
Muchos saludos
¿Para qué decidir? Mejor seguir viviéndola. La vida, digo.
yo he descubierto hoy mismo que hay vida más allá del blog
Publicar un comentario