Va a hacer dos años, Abuelo.
El mes que viene, dos años ya.
Quiero decirte, Abuelo,
que ya casi no lloro al pensar en ti,
sólo en ocasiones especiales.
El dolor se ha convertido
en una piedrecita en el alma,
un agujero por el que puedo sentirte,
sentir tus manos en la estantería,
tus manos jugando con cables,
oírte contándome historias como cuentos.
Abuela sí que llora
y envejece cuando piensa que no estás con ella.
Dime Abuelo, allá donde todo es ceniza,
¿os llega la prensa?
Hemos vuelto a perder, ¿lo sabías?
Los rojos como tú y como yo
estamos condenados a perder,
tú lo sabías:
siempre tendremos la dignidad
de quien no se rinde.
Le dieron un premio a papá,
¿te lo habían contado?
Periodista parlamentario.
Quién lo iba a decir de ese cojo rojo
que criasteis.
Te lo dedicó, para mi maestro, dijo.
Papá y Piquín se ven a menudo,
a veces ven el partido en casa.
Yo no sé mucho de esto,
pero creo que tu atleti sigue sin ganar nada,
pregúntale a alguien que esté mejor informado,
por si acaso.
A mi hermana yo la veo feliz,
será que ahora la entiendo mejor,
aunque sigue refunfuñando a menudo.
Acabé mi libro, Abuelo.
Ya tengo dos.
Por Ataques de Pánico me dieron un premio.
Bueno, dar tampoco, porque ni me pagan
ni me publican,
pero gané; eso es lo importante, ¿no?
El último poema es tuyo.
A ti, Abuelo, dice la dedicatoria.
No es muy original, pero es bonito.
También es un poco para Abuela,
aunque ella no lo sabe.
Guárdame el secreto.
Para ella porque luchó contigo
y ahora tiene que luchar sin ti.
No es fácil.
Y en general, pues nada,
que soy feliz.
Un día cualquiera te pasas por mi casa
y te presento a Javi,
que ya es hora que le conozcas.
Y tú, ¿qué tal estás?
Escríbeme pronto, Abuelo, y me cuentas
cómo te va todo.
3 comentarios :
No sé si eres mejor nieta o mejor poetista. Ahí, ahí andas.
Un besazo, y enhorabuena por la de cosas que pasan en dos años y de las que tu abuelo estaría tan orgulloso. ¡Se te ha olvidado darle recuerdos míos!
Qué bonito Leire. Cuando vuelvas a escribirle me avisas que yo le paso las noticias de nuestro Atleti o se las mando con mi abuelo, que deben andar cerca.
Un beso,
Aída.
Me he emocionado al leerlo de verdad. Me hubiese encantado conocerlo y de echo gracias a ti ya lo conozco un poco. Nos vemos en casita
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