Querido Dios:
te rezaré antes de acostarme.
Cada noche,
sola o acompañada,
te rezaré.
Me aprenderé el padrenuestro
y el avemaría si hace falta.
Asistiré bien vestida
-tapando los muslos y sin escote-
a bodas, bautizos y comuniones.
Prometo no rechistar
cuando hagan llorar a un bebé
o insulten a los maricas.
Defenderé las procesiones de Semana Santa
como un bien moral para el pueblo.
Querido Dios,
te rezaré todas las noches.
A cambio sólo quiero
que te mueras.
5 comentarios :
y que no resucites, tio plasta!
¿Acaso no leeis los periodicos? ¡Diós se murió hace tiempo!
me ha encantao, un beso
En ti ha muerto. Deseas, pues, un imposible.
Fantástico, Leire. Eso es un poema necesario, como corresponde a tu actitud ante la vida como escritora y persona. Enhorabuena. Es dificil que se muera un concepto inventado por el miedo del Hombre y su falta de respuestas. Pero es importante que haya poetas valientes que se atrevan a escribir y lanzar al viento poemas como este.
Emilio Porta
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