Elegir el pantalón 
que menos te deforma el cuerpo, 
intentar peinar esto, 
que no es media 
ni melena entera,
pararte un minuto frente al espejo, 
poner la espalda recta, 
como si lo que hay fuera de casa 
no te diera miedo. 
Recordar comprar rímel 
y usarlo. 
Recordar también la sonrisa,
artificial como la comida del súper,
como las relaciones que compramos. 
Cerrar la puerta con llave al salir,
que la ciudad no es segura 
pero la culpa es tuya. 
Volver con las llaves 
en la mano,
deseando no usarlas de defensa. 
Volver.
No hay comentarios :
Publicar un comentario