28.1.13

Miedo



Mi imaginación
corre más rápida
que las malas noticias
y yo no sé muy bien
qué explicarte.
Se me retuerce el estómago:
Las malas decisiones
que he tomado a lo largo
de mi vida
lo estrujan para escurrir
así el miedo.
Lamento llevar hoy tacones
y les culpo de este agotamiento
por las piernas.
No valen disculpas ni perdones,
tampoco sacrificios
de moral atea,
aunque hoy desearía
tener un dios al que matar.
Tal vez lo único importante
sean una cerveza y un amigo
para seguir fingiendo
que sólo imagino.


1 comentario :

Manuel dijo...

Cuanto consuelo nos daría, a veces, tener un Dios al que maldecir.

Pero creo que el balance es positivo si él.

Lo cierto es que un amigo, mezclado con vino o con cerveza, muchas veces es lo más cierto que tenemos.

Buen poema, Leire. Un beso.