16.6.08

No fui una niña buena
porque nadie me pidió serlo.
Os divertía esa chiquilla rebelde
que organizaba revueltas en los recreos.

De repente, ya mujer,
pretendéis que sea honrada, decente y sumisa,
protestar por los inmigrantes
y bajar la cabeza ante todo lo demás.
Que debo resignarme a ser hembra,
hermosa y callada,
porque los sueños no están hechos en femenino.

Cuando era posible, en la infancia,
me dejasteis libre,
aunque sea de medias de seda
no aceptaré ahora una cárcel.

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