13.1.20

Prometo por mi conciencia y honor


Nadie puede impedir
que un pequeño triángulo rojo
presida la amplia sala,
ya no hay crucifijos insultándonos
ni señalando con su travesaño acusador.
Entre flashes y corbatas
por la tele nos llega la brisa
a la que llamamos compromiso.
Un tapiz de posición privilegiada
no logra ocultar que hoy está presente cada cuneta,
cada torturado, cada silenciada.
Cada cual promete aquello que atesora.
Un hilo rojo nos ha traído
la conciencia de un pueblo y el honor de la lucha:
acaban de ser nombrados ministros.

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