21.11.23

Se me mueren los bebés en Gaza. 
Nos los matan.
Los matan a cientos. Cada día.
Israel está matando más.
Aún más.
Resquebrajan a cuchillo
lo que nos está quedando de humanidad. 

8.9.23

Tenía un poema a medias.
Tan solo cinco versos.
Eran más la idea
que las palabras finales.
Siguen escritos,
los cinco versos, solos,
en las notas del móvil.
No han pasado, abuelo
comencé a escribir un domingo por la noche.
No es un verso original, 
quizá tampoco sincero del todo,
pero era nuestro.
Apenas tres días después
dejó de tener sentido el poema, abuelo.
Ya no es necesario.



Hace 10 años mi abuelo Francisco falleció y desde entonces le he escrito varios poemas, algunos guardados en cualquier cajón. El pasado 23J empecé a hacer lo que tantas veces he hecho en estos 10 años, contarle a mi abuelo que los fachas no nos vencieron. Tres días después falleció mi abuela Josefa, que hoy -8 de septiembre- hubiera cumplido 98 años. 

29.8.23

Cruci

Las normas han cambiado
y no sabes ni cuándo ha sido.
Siempre te dejaron saltarte el protocolo.
Tú no hacías las reglas,
pero tomabas cubatas
con quien las manejaba.
Tú compadreas con quien siempre
ha marcado el bien y el mal
con un pinganillo al oído
y un micrófono en la mano.
Las normas han cambiado
y no entiendes qué ha sucedido
para no poder saltártelas.
Quieres cruzar los dedos índice y corazón
para pedir casa, cruci,
y volver al mundo
en el que tus cojones marcaban la ruta.
Pero hoy,
que tus amigos del pinganillo
cerraron los ojos,
ya no puedes saltarte el protocolo.
No hay cruci que valga
y ahora, ahora sí,
tú ya no la ligas.

4.6.23

Las que cuidan

¿Y si esto no fuera de cuidar
(a los nuestros)?
¿Y si la clave estuviera en no maltratar
(a los otros)?
Si no llamáramos enemigo
a quien se aleja
(apenas un palmo).
Si pudiéramos mirar a los ojos
sin competir en quién retira la mirada.
Quizá sentirse cuidada
se traduce en atreverse a hablar. 

7.2.23

Debate sobre el consentimiento

Resístete si quieres nuestra compasión.
Resístete.
Resístete. Mejor, incluso, si mueres.
Convocaremos un emotivo minuto de silencio.
Resístete.
Quizá lo que te pasa es que eres un poco puta.
Nadie puede probar que este incidente no fuera un jolgorio.
Resístete.
Nos vale una heridita. Pequeña.
Algo que nos diga que no eres un poco puta.
Resístete.



Notas (para cuando dentro de unos años, espero, no se pueda entender este poema por sí mismo):